José Alperovich y Juan Manzur volvieron a verse las caras después de casi seis años. Si bien fue de manera virtual, por primera vez desde 2018 los dos ex gobernadores de la provincia fueron protagonistas de la décima audiencia que se vivió el jueves en la sede del Tribunal Oral en lo Criminal n° 29, que preside Juan María Ramos Padilla, en el marco del juicio que se le sigue a Alperovich por presuntos abusos y agresiones sexuales denunciados por una sobrina directa, que además era su secretaria personal.
Manzur, actual senador por la provincia, brindó su testimonio vía Zoom luego de que el juez “lo convenciera” de que no lo hiciera por escrito como el médico pretendía en un primer momento. Y Alperovich también asistió al debate por zoom, como lo viene haciendo desde la segunda audiencia, ya que en la primera sí estuvo presente.
Manzur eligió su despacho para salir ante el Tribunal y las partes. Alperovich estuvo todo el tiempo sentado en una silla en su casa, frente a una computadora. El imputado fuma todo el tiempo. Manzur se mostró tranquilo y respondió sin problemas todas las preguntas que le hicieron. No tuvo inconvenientes en recordar que él había sido ministro de Alperovich y luego su vicegobernador en dos oportunidades. “Tuvimos una relación muy cercana hasta 2017”, recordó. Y luego, cuando Alperovich anunció que iba a competir en las elecciones de 2019 se produjo el cisma entre ambos. Ante la atenta mirada de Alperovich, Manzur admitió que tras el alejamiento del entonces senador se decidió recortarle los recursos que le habían otorgado por ser “asesor ad honorem” con rango ministerial: esto era custodia policial, choferes de distintas reparticiones, una combi para hacer visitas de campaña y hasta la posibilidad de usar el avión de la provincia para viajar a Buenos Aires. “No sé nada de él desde esa época”, le contestó al fiscal Sandro Abraldes. Alperovich, en ese momento, encendió otro cigarrillo y luego comió un caramelo.
La disputa política puso fin a una relación que se consolidó con el tiempo en Tucumán. El ministro de Gobierno, Regino Amado, dijo que no se esperaban semejante pelea, y el actual interventor del Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo (IPLA), Dante Loza, candidato a legislador por el espacio de Alperovich admitió que para ellos la derrota que sufrieron fue “durísima”. La posibilidad de Alperovich de contar con recursos que eran pagados por el Estado y no de su bolsillo también fue motivo de debate. Es que justamente para hacer campaña política se sirvió de empleados de distintas reparticiones gubernamentales, a los que no les pagaba de su bolsillo. Cuando la pelea recrudeció a esos empleados les ordenaron regresar a sus trabajos de origen, recordó Loza. “Alperovich les dijo claramente que él no podía pagarles el sueldo”, agregó. La única que decidió no volver siendo planta permanente en el Ministerio de Gobierno fue justamente la joven que luego denunciaría por abusos al ex gobernador. Ella dejó su cargo y se dedicó de lleno a la campaña. “Hubo una celebración el día de su renuncia”, recordó Paula Véliz, del equipo de campaña.
La próxima audiencia se desarrollará el 6 de mayo. Alperovich prometió que declararía una vez que terminen todos los testigos, lo que podría suceder a mediados de junio. Fuentes del Tribunal dijeron que pretenden terminar el debate antes de la feria judicial de julio. Se espera que a fines de junio comiencen los alegatos. Tanto la Fiscalía, representada por Abraldes, como los querellantes, Pablo Rovatti y Carolina Cymerman, y el defensor, Augusto Garrido, tendrán una jornada exclusiva para brindar sus argumentos de cierre. Y luego será el tiempo de Ramos Padilla para analizar todas las pruebas y, finalmente, dar el veredicto en una causa que será histórica.